12/19/2015

Martina Camargo,Pregunta Yamid

En el disco 'Canto, palo y cuero' suenan los aires de tambora de Martina Camargo



Julio 3 de 2009 (ELTIEMPO)

Alguna vez, quisieron imponer la música de banda en San Martín de Loba (un pueblo de Bolívar, a 15 minutos en chalupa de El Banco); pero, la tambora -ritmo que tomó el nombre de su instrumento principal- fue más fuerte y no cedió ni un milímetro, cuenta la cantadora Martina Camargo.

Se trata, prácticamente, de la única cantadora de este género musical conocida en el ámbito nacional por los amantes del folclor.

Su punto más visible fue su participación en el CD Cantadoras, de Alé Kumá, en el que compartió protagonismo con la cantadora de bullerengue Etelvina Maldonado (ambas representaban la música del Caribe) y con dos cantadoras del Pacífico. Después, el público roquero pudo apreciar su colaboración en los álbumes como solistas de Hector Buitrago y Andrea Echeverri (Aterciopelados).

Ahora, con su CD Canto, palo y cuero, Martina quiere compartir los aires que conforman la tambora con el público que aún no distingue ese ritmo que arrulla a todo habitante de San Martín de Loba desde que nace.

No es una metáfora, Martina dice que la arrullaron en su hamaca con tambora, que heredó el ritmo por parte de padre, madre, abuelos y bisabuelos. "En mi familia hubo bailadores, tamboreros, tocadores, cantadoras y cantadores -dice con una voz suavecita, que suena tímida cuando no está cantando-. Es decir que tengo las raíces, no estoy tomando de cualquier parte sino que canto lo que me transmitieron".

En San Martín de Loba hasta la Navidad se celebra con tambora. Lo sacro -cuadros dramatizados de la Natividad y las carrozas con temas religiosos- se acompañan con tambora. El padre, Cayetano Camargo, era cantador, compositor y campesino, que alternaba su tiempo entre su trabajo, la familia y el folclor. Compuso Las olas de la mar, canción grabada en el álbum de Alé Kumá. Además, es el autor de El cumbión de la clavada, El caimán en el almendro e Idilio, hasta ahora inéditas y presentes en Canto, palo y cuero, cuyo lanzamiento será el 10 de julio.

Martina pudo ser una cantadora más, enmarcada en los límites de su pueblo, de no ser porque una historia de amor la hizo salir a vivir a Cartagena, donde se estableció en 1996.


"Fue muy difícil encontrar espacio -recuerda-, porque la tambora es un ritmo muy exótico. Si es poco conocido ahora, menos hace diez años. A pesar de que era el mismo departamento en la ciudad no lo conocían. Pero llegué a presentarse, en ese año, en el Festival Nacional de Cartagena de Indias, trayendo mis músicos de San Martín. Después pude presentarme en el teatro Heredia".

En esa época, el empresario cultural Luis Ortiz estaba "cazando cantadoras", recuerda Martina. "Sin conocerme, solo por lo que había oído, me trajo a presentarme en Bogotá. Me contrató sin conocerme en el 99, fueron los primeros pasos".

También, por los comentarios, Leonardo Gómez -el productor de Alé Kuma y ahora de María Mulata- buscó a Martina. Supo que se iba a presentar en el Festival Folclórico Nacional de Ibagué y allá llegó. Para la cantadora fue una experiencia casi sorpresa, cantar con piano y contrabajo. Había instrumentos que ella ni siquiera había visto, sin embargo, no le fue difícil.


Después vinieron otras colaboraciones y presentaciones en el exterior, como una gira hecha por Italia, de la que regresó hace dos años para darle el sí a Manuel Andrés García, más conocido como Chaco, que le propuso grabar Canto, palo y cuero.


Chaco, que ya conocía el trabajo de Martina había descubierto que ella, "tímidamente", solía colar versos suyos en canciones de otros, así que quiso explotar no solo la herencia de su padre sino su faceta como compositora. La combinación entre la herencia y la propuesta como cantadora del siglo XXI es el álbum. En él también hay un video de 15 minutos y participan las hijas de Camargo, llamadas a continuar con la tradición de su madre.

El desconocido mundo de la tambora
Martina habla de la tambora como instrumento (el mismo que el país conoce en los grupos de millo, en las formaciones de los gaiteros y hasta en conjuntos de otras regiones de Colombia), pero también es el nombre de un ritmo musical distinto y de una fiesta del Bolívar profundo, de los pueblos cercanos a la depresión momposina. En la tradición de la tambora, se habla de tamboreros (en el bullerengue se les dice tamboleros) y hay cantadoras, cantadores, bailadores y los instrumentistas son "tocadores".

El ritmo de tambora se divide en cuatro aires: tambora golpeada, tambora redoblada, el chandé y la guacherna. Sin embargo se puede hablar de tambora alegre (sin confundirla con el instrumento tambor alegre) que es un poco más contemporánea y deriva de la golpeada.

Incluso, en ese mundo poco conocido, existe un instrumento llamado currulao que no tiene nada que ver con el ritmo del Pacífico.

Dice Manuel Andrés García, el productor del disco, que el entorno de estos ritmos es menos conocido en el resto del país porque proviene de unos pueblos a los que solo se llega por vía fluvial.

LILIANA MARTÍNEZ POLO

12/15/2015

Martina Camargo una cancion en el Magdalena de Nicolas Guillen


Poema de Nicolás Guillen escrito en los años cuarenta a raíz de un viaje que hizo
navegando por el rió magdalena(transporte de la época).Y canción de Martina Camargo incluida en el CD de Ale Kuma cantadoras.

12/11/2015

Programa travesias de UN Radio


Entrevista realizada por la emisora de Radio de la Universidad Nacional (UNRadio98.5FM)
en la que Martina habla  de su nuevo disco “Canto, Palo y Cuero” y de su trayectoria como cantaora de los ritmos del rio Magdalena y de su pueblo San Martín de Loba.
Se pueden escuchar algunas de las canciones de su disco que se puede comprar en tango discos esta distribuido por Milenium y se encuentra en todo el pais.

Nuevamente Martina sorprende con  “Canto, palo y cuero”, su más reciente producción discográfica, hecha con los suyos y  en su entorno como un regalo para el mundo.

Acompañada por la fuerza de sus tamboreros,  las voces de un coro femenino ágil, joven y agraciado y las palmas que llevan a un delicioso viaje de movimiento de caderas, Martina sigue haciendo realidad uno de sus mayores propósitos, visibilizar y difundir la música tradicional de tambora de la región de San Martín de Loba, como heredera directa de ese saber.

Cerrar los ojos e imaginar un patio con olor a frutos y flores tropicales, en una zona cálida y húmeda, con un viento suave que mece las hojas de los árboles, árboles que acogen bajo su sombra a  músicos convidados para tocar, gozar,  y entrar en comunicación con su historia, su presente y su futuro.  Sensaciones que provoca el escuchar está música tradicional inédita que gracias al trabajo, empeño y tenacidad de una mujer podemos conocer y disfrutar.

Gracias Martina por este regalo.

Claudia Mejia

12/03/2015

Tambora de Loba


























Por Guillermo Carbó Ronderos

San Martín de Loba es hoy en día una de las poblaciones con mayor fuerza en sus tradiciones.

Allí son numerosos los cantadores y cantadoras, además de percusionistas ybailarines, que honran esta práctica ancestral. 
Muchas personas reviven cada año las Tamboras en las calles de su pueblo.
En el Caribe colombiano la música se destaca por la energía y vitalidad que se desprende de cada sonido que en ella acontece. Es como si la propia tierra vibrara en armonía con el alma apacible y festiva de sus moradores.
La naturaleza circundante de mares y montañas, solemne Sierra Nevada, árida y hermosa península, montes y sabanas, riachuelos, ríos y quebradas, ciénagas, lagos, golfos, depresiones y lagunas hacen que buena parte de la música del Caribe le rinda tributo a su esplendor.
La inmensa luz y el sol resplandeciente de sus días reflejan en elcaribeño una sensación de alegría y bienestar que contrasta con las muchas  dificultades socioeconómicas por las cuales atraviesa parte de la población de esta inmensa y rica región.
En el Brazo de Loba –vertiente del río Magdalena que con el Brazo de Mompós conforman la isla de Mompox– se han erguido tres poblados con el mismo nombre,

‘Loba’, del gran cacique malibú: Barranco, Hatillo y San Martín. 
Por muchos años las culturas chimila y malibú poblaron la parte meridional de la Depresión
Momposina, dejando un importante legado en las futuras generaciones de Loba.
Por otro lado, y en casi toda América, la influencia negra proveniente de diferentes regiones africanas se infiltró en las costumbres de los pueblos, como savia que nutre todo el cuerpo. 
Con la boga por el río Magdalena, cimarrones y esclavos
asentaron –a lo largo y ancho del curso medio y bajo de sus aguas– sonido y
movimiento que, a pesar de los años, aún hoy se escucha y reverbera.
Ritmo y danza se entrelazan con la poesía y el canto, los cuales, acompañados de  instrumentos de percusión, originan una práctica musical y dancística muy particular, diseminada por pueblos, caseríos y veredas en el norte del continente suramericano: el ‘baile cantao’. 
En toda la región de Loba, como en numerosos otros poblados circunvecinos hacia el sur de los departamentos de Cesar y Bolívar, el baile cantao ha tenido un representante mayor: la Tambora
–fiesta, baile y canto– de Navidad. 
Dice la tradición que desde la víspera del
día de Santa Catalina “... se rompen las tamboras...” para bailar y cantar con
‘Tambora corrida’ en medio de la algarabía colectiva, hasta bien entrado el
nuevo año y bien pasada la Navidad.

Desde la aparición y apogeo del ‘picó’, hace más de cincuenta años, estas costumbres han perdido vigencia en forma dramática y el desplazamiento de la música tradicional por nuevas tendencias, géneros o corrientes, es evidente. 
A pesar de un posible declive hacia meros recuerdos de antaño, la Tambora se ha mantenido viva y latente en el cruce de los departamentos de Magdalena, Cesar y Bolívar, particularmente en la subregión de Loba.
 En parte, gracias a lo que se viene realizando desde los años cuarenta del siglo pasado hasta nuestros días en San Martín: la unión entre la Novena de Navidad y las tamboras decembrinas.
Allí, del 16 al 24 de diciembre, nueve calles del pueblo organizan –una a una–la misa de gallo en la madrugada, las carrozas con motivos bíblicos durante todo el día, los ‘cuadros vivos’ y la Novena en la noche, todo acompañado hasta el  amanecer con Tambora, la cual inicia la siguiente Novena de la calle escogida para eso. 
Con cantos de Tambora en todos los cortejos –muchos de ellos dedicados a la Virgen María, al Niño Dios y otros temas relacionados con la Iglesia, además de aquellos que narran la cotidianidad del hombre anfibio de las riberas del río, la naturaleza, el trabajo, juegos coreográficos, personajes míticos, hechos patrióticos, entre otros– Iglesia y Tambora han sabido fortalecerse mutuamente, resistiendo a la desaparición, como le ha sucedido a algunos otros géneros musicales y dancísticos pertenecientes a la tradición oral de nuestrospueblos.
 La Tambora también se manifiesta en cualquier noche de guardar Santo,cuando la muchedumbre se congrega para celebrar la fiesta venidera. 
En medio del baile, coros, tambores, palmas y cantos, no faltan chirrinchi, aguardiente, ron
o agualoja, bebidas que mantienen la garganta fresca para poder cantar durante largas horas y al cuerpo resistente para durar varios días parrandeando.
Una pareja baila en medio del ruedo en forma pausada y cadenciosa, con desplazamientos generalmente circulares, en una espiral eterna de flirteo.
Ella guarda una postura serena, su cuerpo erguido, con el brazo extendido sostiene con la mano la pollera. Él, con su sombrero de ala concha ‘e jobo, la persiguebalanceándose con el tronco algo inclinado, los brazos abiertos y movimientos libres, brincando o haciendo morisquetas, en señal de conquista.

En una noche de Tambora se bailan tamboras, berroches y guachernas. En la tambora se interpretan diversos ritmos: tambora (también llamada tambora  golpeada o tambora-tambora), tambora alegre (también llamada tambora corrida) y tambora redoblada. En los berroches se interpretan berroches y corridos, y en las guachernas, guachernas y chandés, estos últimos generalmente para    los desplazamientos de la fiesta de un lugar a otro por el pueblo. En ocasiones se mencionan otros nombres para evocar ritmos interpretados durante la Tambora (tuna, brincao, pajarito, zambapalo, mapalé, son corrido), muchos de los cuales sin embargo se refieren a ritmos o muy similares a los ya mencionados o pertenecientes a otros bailes cantados de la región. De todos ellos, el ritmo de
tambora es el más popular.

En Loba existen gran cantidad de músicos (cantadores y percusionistas) practicantes de esta música tradicional momposina. ¡Cómo olvidar a Venancia Barriosnuevo, quien desde su Hatillo de Loba –y hoy desde el cielo– le dio a conocer al mundo su energía y su esplendor a través de un estilo muy particular  derivado de su tradición musical y dancística, difundido además por su hija Dilmina Muñoz –en el baile– y por Gumercindo Palencia, su hijo artístico, en elcanto, con el tema ‘La pava’ en ritmo de tambora alegre, como en muchos otros!

No obstante, San Martín de Loba es hoy en día una de las poblaciones con mayor fuerza en sus tradiciones. Allí son numerosos los cantadores y cantadoras, además de percusionistas y bailarines, que honran esta práctica ancestral y la dan a conocer en toda Colombia. Muchas personas reviven cada año las Tamboras en las calles de su pueblo: Petrona Centeno con toda su familia, sus hijas y
Alberto González (alias ‘Marquitos’) en la Calle del Mango, calle a la que le corresponde organizar la novena del 16 de diciembre; Casildo Gil, compositor y percusionista, quien con sus hijas cantadoras conforman un grupo de Tambora de gran talento; Martina Camargo, hija de Cayetano Camargo, uno de los más importantes veteranos del pueblo en materia de Tambora; la familia Ardila, los de la Callle de Bolívar, con Regina, Eleuterio e Ismael.
,
Martina Camargo es tal vez una de las más reconocidas cantadoras de Tambora y con mayor proyección que existen actualmente en nuestro país, no sólo por ser portadora de una centenaria tradición, sino particularmente por su talento y por su voz. Heredera de la inmensa riqueza musical de sus ancestros, su voz protagonista en distintas producciones discográficas de los últimos años– es
ligera y se proyecta con gran fuerza. Su canto, de aire juvenil, emerge en forma pausada, fina y elegante. 
Por otro lado, la familia Ardila es toda una dinastía.  Así lo confirma el nombre de su grupo, ‘Dinastía y Folclor’, donde numerosos miembros de esta familia, en su mayoría campesinos agricultores, participan de diversas maneras en la consolidación de una microempresa cultural que gira en torno a la música y las danzas de sus abuelos: cucambas, farotas, pilanderas ytamboras. Regina, cantadora y bailadora, promueve las costumbres de su familia; Eleuterio, artesano, construye tambores de todos los tamaños para satisfacer demanda organológica, o curiosidades y recordatorios para turistas perdidos de rumbo por las tierras de Loba; Ismael, con su versatilidad como improvisador y presencia e imposición con su voz, lidera los cantos de tambora y otros ritmos,
además de ser parte activa de las pilanderas, danza que lleva practicando muchos años.

Pero el reino de Tambora se expande más allá de Loba. Un poco al sur, por ejemplo, nos encontramos con uno de los pueblos con mayor trayectoria musical de toda la región, Altos del Rosario. Sus actores, cantadores, cantadoras, percusionistas, coristas y bailarines, representan la rica e inmensa tradición con todo el color que la caracteriza, en donde todos sus habitantes, desde sus antepasados hasta los recién nacidos, vibran con esta música. Dagoberto Deal, Diofelina Epalza y Rosalía Urrutia, entre muchos otros cantadores y cantadoras, nos transportan a las Tamboras de antaño, cuya esencia está anclada en lo más profundo del corazón de estas tierras caribeñas.
¡La Tambora de Loba está viva y resuena por toda Colombia!

12/02/2015

Musicas de Martina y proyectos

Martina Camargo también ha sido fuente vital en investigaciones de música tradicional colombiana como las realizadas en distintas oportunidades por  musicólogos como Victoriano Valencia y Guillermo Carbó, e incluso ha colaborado en   varias tesis de grado.

 Ha sido invitada a dictar talleres sobre su canto tradicional en diversas instituciones educativas como la Academia Luis A Calvo en Bogotá, el Centro Cultural Las Palmeras de Cartagena y las Universidades, Los Andes, Nacional de Colombia y Distrital Francisco Jose de Caldas, entre otras.    

Algunas produciones: ALE-KUMA Cantaoras 2002. Producciones Leonardo Gómez. Plan Nacional de Musica para la Convivencia del Ministerio de Cultura Año 2004
 VIVA RAIZ con el grupo TAMBO de Barranquilla. Por primera vez en un estadio. Año 2006 – Producción: Fundación Tambó.
 TAMBORA BAILE CANTADO EN COLOMBIA. 1era. Edición 1995 Publicada en el 2004 Producción Guillermo Carbó R. TAMBORA BAILE CANTADO EN COLOMBIA. 2da. Edición 1995. Publicada 2005 Producción Guillermo Carbó R.
 ¡ESTO SE COMPONE MAESTRO! Antologia de Musica. Ministerio de Cultura 2002.

 CONECTOR Publicada 2006 Producción Héctor Buitrago.
 Tambien: Aires de San Martin
 Canto, Palo y Cuero
 El libro y disco Canto y juego a ritmo de tambora, una recopilación de rondas tradicionales que la cantaora jugaba en su infancia, y con el cual ha desarrollado talleres en varios colegios de Bogotá y Cartagena.
 Algunos videos: Me robaste el sueño mama julia https://youtu.be/A342i0kyAJk

 Damaquiel con Hector el de aterciopelados https://youtu.be/j5vSBPvicaU

 Corre Morenita - Martina Camargo & Andrea Echeverri https://youtu.be/JKez9JtmYZo

 A cantado con bomba estereo y tambien hay "experimemtos con su musica. Funky Ro & David Milano feat. Martina Camargo - Guataqui https://youtu.be/GL8Y5nkut0M

 La petronita Olivares con su grupo tradicional https://www.youtube.com/watch?v=K3xadtbInwc 

Con la big band de Gregorio Uribe en el Colon https://youtu.be/dcz9WI5vYyw

 y acompañando la orquesta en Viva Colombia https://youtu.be/tuMYDJeM8fI   

12/01/2015

Martina Camargo con Hector Buitrago "Damaquiel"

Damaquiel es un sitio magico en el Uraba, tambien es el nombre de esta cancion de Hector Buitrago el de aterciopelados donde canta Martina Camargo y "Ever viene canatndo desde el pueblo de Arboletes", Vamos mucahcones a buscar la paz. Tambie esta el sabor tarvieso de Noel Petro el "burro mocho".